domingo, 28 de octubre de 2012

Inverecundo

A Emma.

Terminarás con tu pareja. Te sentirás mal por lo que hiciste. Ambos se sentirán mal, piensas.

Pasarán cuatro días. Terminaste un lunes, será viernes. Te dirá que te extraña, le responderás lo mismo. Le preguntarás si quiere regresar, te dirá que seguramente sí. Te besará, te abrazará. Te sentirás extraño. Ella seguirá besándote, respirándote en el cuello, acariciándote el cabello, tomando tu mano, abrazándote. Te sentirás bien, mejor, excelente. Saldrán caminando de la sala en donde estaban, pasarán por el jardín, llegarán a la explanada principal tomados de la mano. ¿Todo va bien?, les preguntará un amigo mutuo. Ambos sonreirán y se darán un beso en los labios.

Su amigo espera afuera de la cabina de radio para una entrevista y transmisión que hará. Seguirán caminando de la mano. Llegará un integrante de tu banda y te pedirá que le ayudes a cargar amplificadores. Le dirás que sí y tomarás la carretilla. Será más pesada de lo que esperas y pedirás ayuda a tu ya nueva vieja novia. Ella tomará un lado de la carretilla con amplificadores y tú el otro. Te distraerás por un segundo y sucederá el desastre.

Sueltas la carretilla por un momento. Ella seguirá empujando. La carretilla perderá el balance al ser muy pesada y se ladeará, cayéndose tu novia al suelo, y sobre ella la carretilla. Todo parece ir bien. Reirás un poco y ella también. Tratarás de levantarla. Gritará.

Recuerdas inmediatamente que tiene problemas de cadera y, apurado, alejarás todo lo que obstruya el paso para poder moverla. Ella tendrá un dolor horrible y gemirá con cada movimiento. La tomarás de las piernas y de la espalda y la llevarás cargando hacia el servicio médico.

* * *

Pasó ya un tiempo. No estás seguro de cuánto, pero sabes que pasó. Ella se recuperó y todo habrá salido bien, a excepción de que, aunque no lo recuerdes, sabes que al final terminaron separados.

* * *

Sí, ya van aproximadamente dos semanas porque éste domingo es aquel evento para Día de Muertos que has estado organizando desde hace ya tiempo. Ella no irá a la fiesta, pero irá aquel otro que es la causa de que estés molesto. Que es quien logró quitarte a tu novia. Quien tú notas que se aprovecha de la situación.

Pasas la fiesta con tus amigos, con tu banda, con ellos en quienes puedes confiar. Te llevan a caminar por ahí... Llegan a un hotel en donde están hospedados compañeros de un intercampus que se organizó por la exposición tecnológica de tu escuela, pasan el rato y ríen, olvidándose de todo.

Uno de tus amigos se da cuenta de que hay un table dance en el hotel y pide una chica. Él sabe lo triste que estás, y como tratando de animarte, te deja solo con ella.

Le pides que por favor no lo haga, que no tienes ganas de estar con nadie ese momento, y que le agradeces que haga eso por ti, pero no lo puedes aceptar. Aquella chica comienza a pedir tu atención, tomando tu mano y haciendo que la toques, acercándose a ti y besándote. Te sientes extraño como cuando tu (ex)novia hizo lo mismo.

Desde antes de llegar al hotel, tenías la sensación de que alguien te seguía, pero no hacías caso, no querías preocuparte. 

Mientras aquella chica hacía lo que tenía que hacer, te das cuenta de que ese tipo que era la causa de tu enojo, te había seguido hasta el hotel y había captado cada paso que tú dabas hasta estar en esa silla con otra chica que no significa nada para ti.

* * *

Te levantarás de donde estás. El sujeto correrá, como si fuera a interpretar las cosas de una forma en la que le conviene, a decir las cosas a tu (ex)pareja. Correrás detrás de el, lo alcanzarás, lo empujarás y caerá al suelo. Lo tomarás del cuello de la camisa y lo pondrás contra una pared, preguntándole por qué hace eso, por qué no los deja en paz, simplemente.

-¿Qué te pasa? ¿Qué no sabes que cuando de verdad quieres a alguien debes conquistarla con tus propios hechos y no con los de los demás?
-¿Y tú la quieres?

Te dará un golpe en el estómago y se soltará. Correrás detrás de el, pero es tarde. Ya va corriendo a casa de tu (ex)pareja. Tomas tu automóvil, que vagamente recuerdas haber conseguido. Seguramente fue en un cumpleaños.

* * *

Pisas el acelerador y vas detrás de el. Lo dejas atrás y tomas toda la ventaja. Volteas a verlo siendo cada vez más pequeño y lejano por el retrovisor, sigues acelerando y, convencido de que lo lograrás, vuelves la mirada al frente.

* * *

Una luz de un coche te ilumina la cara. Escuchas un leve sonido (tal vez porque no te importa ya, estás resignado) del claxon de una camioneta.

De pronto ves un parabrisas roto. 

Al siguiente parpadeo ves la bolsa de aire saliendo del volante.

Al siguiente, te das cuenta de que el cinturón de seguridad te está asfixiando y sientes la columna dolida por el golpe que la bolsa te dio en el cuello.

Te cuesta respirar.

Miras hacia la derecha y ves una barandilla acercándose a tu auto, o bien, tu auto derrapando a toda velocidad hacia la barandilla.

Al siguiente parpadeo, ves como la barandilla atraviesa la puerta y sientes frío en el abdomen. En un instante, sientes el mismo frío en la espalda baja. Algo te ha atravesado.

Volteas de nuevo hacia el frente y ves cómo tu carro, ahora descontrolado e inerte, se acerca a una pared.

El parabrisas termina roto completamente, mientras ves cómo todas aquellas espinas transparentes se acercan a ti. Quedas ciego.

En ese momento te das cuenta de que fuiste un idiota y que acabas de perder lo único que te quedaba. Tu vida.

1 comentario:

  1. ¿Que es lo que alguien puede decir?
    Ya lo has pensado todo

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