lunes, 31 de diciembre de 2012

Y se va... Pero otro llega.

Pues se va, en menos de lo que me esperaba, el año.

El señor 2012 fue de lo mejor para mi.

A esos seres buenos, malos, feos, y que se hicieron feos y malos o buenos y bonitos, también, gracias. Y a todas esas personas y a esas pequeñas y grandes cosas que hicieron de mi 2012 uno de los mejores años de mi vida, o el mejor.

¡Cuántas cosas logré, fallé, gané y perdí este año!

Conseguí una novia muy bonita y genial... y luego terminamos. Pero fue bueno mientras duró, ¿no?

Me adoptaron en una banda con un grupo de músicos excelentes, pero, sobre todo, amigos; familia.

Conocí a gente nueva, me reencontré con gente que había perdido, perdí gente que creí haber encontrado y, al parecer, he tomado una decisión sobre quiénes serán mis amigos para lo que resta de mi vida, y, si no, por un buen rato.

Aprendí muchas cosas, descarté otras. Enseñé muchas más y llegué a ser descartado más veces de lo que esperaba, pero menos de las que merezco.

Así que gracias, quien sea que me haya dado estos regalos.

¡Feliz año viejo, y que el que venga sea mejor!


Ojalá todos los años que vengan sean de lo mejor, amigo. Lee esto con tu voz.

3... 2... 1...

¡Feliz 2013!

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