-¿Y la creación de la vida no significó nada para Él?
-Al principio, no. Pero luego, de aquella ingente masa de vida, una chispa con brillo del Big Bang apareció en su mirada.
-¿Qué chispa?
-La conciencia. La inteligencia humana. En algún rincón de África, un homínido capaz de fabricar instrumentos y con un cerebro relativamente grande presintió la muerte. Presintió un futuro en el que dejaría de existir. Ese homínido no sólo tomó conciencia de sí mismo, sino también del tiempo. Y ese momento fue una epifanía para Dios.
-¿Por qué?
-Porque la conciencia fue lo primero en esa aterradora explosión de materia y energía con lo que Dios se identificó.
-¿Dios es eso? ¿Conciencia?
-Conciencia sin materia o energía. Pura información.
Greg Iles
No hay comentarios:
Publicar un comentario