Mientras me dirigía hacia la salida, alcancé a notar que había alguien aferrado a la buhardilla de la sala, subiendo por la pared exterior del edificio, asomado hacia adentro. Me eché a correr tan rápido como me dieron las piernas y bajé por las escaleras porque podían cortar la energía para el ascensor. No iba a arriesgarme.
Al llegar al lobby vacilé un poco en salir por la puerta principal, pero al final así lo hice, llegando a la avenida principal en la que se encontraban los departamentos. Edificios de oficinas, comercios y unidades habitacionales se erguían por sobre la avenida, dejando muchos callejones entre ellos donde podrían tener equipos de reconocimiento o agentes encubiertos.
«Ethan...»
Aquella voz en mi cabeza se volvía cada vez más constante y vívida, como si en alguien me llamara desde cerca, que me observaba mientras corría o me siguiera, aunque no hubiera nadie. Estaba seguro de que la escuchaba. Alguien... Pero ahora no había para detenerme a pensar en eso: me buscaban, y estoy seguro de que no era el único.
* * *
Soy Ethan Peterson y soy estudiante de física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Acababa de formar parte de un experimento colectivo con un grupo selecto de estudiantes y profesores del MIT hecho por el doctor Carl Dean, quien experimentaba con el entrelazamiento cuántico; efecto causado a nivel subatómico en el que se explica que una partícula tiene una semejante, separada espacialmente, con la que interactúa directamente, favoreciendo así a la teoría del multiverso.
Dean cuestionaba que si el entrelazamiento a distancia funcionaba a nivel subatómico, ¿Por qué no con cuerpos completos, así como un humano? Después de todo, sólo somos átomos unidos.
...
* * *
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